domingo, 10 de noviembre de 2013

UNO DE TERROR...


 
















Un cuento verdaderamente perturbador...

¡Para los que no tienen miedo!
    


 
           


             Una familia se fue de vacaciones a la casa de su abuela. La primera noche, su hija más chiquita, escuchó ruidos que provenían del ático, como si alguien le gritara. 
            Decidió subir y estaba todo oscuro. Intentó prender la luz y no funcionaba. Fue a buscar una linterna pero la que encontró, no tenía pilas. Del cajón del aparador, tomó una vela y la prendió. De repente, se abrió la ventana. Una ráfaga de viento le apagó la vela. Ella se asustó y escuchó que alguien le hablaba. Se fue corriendo horrorizada a su habitación.

           

           Al día siguiente, volvió a escuchar ruidos, le fue a decir a su mamá que estaba tratando de arreglar la luz de la casa pero no le creyó.
            Un tiempo después, siguió escuchando ruidos y no sabía qué significaban. Luego, le dijo a su papá y tampoco la entendió. Nadie le creía y ella seguía oyendo cosas extrañas. Estaba desesperada. Le preguntó a su hermana mayor si los había sentido y le contestó que no.

 
            Una mañana de otoño, los volvió a oír. Fue al ático y vio una figura desconocida en un rincón. Era algo muy raro. Pensó que podía ser el espíritu de una anciana. Tenía un bolso rojo, una pollera verde y estaba muy despeinada.




 
           El espectro le comentó que era el fantasma de su abuela. Le suplicó con voz suave que se acercara dónde estaba ella. Se aproximó despacio y con miedo. Al espíritu se le dibujó una sonrisa en la cara y se notaba que estaba muy feliz de ver por primera vez a su nieta. Le rogó que siempre, antes de irse a dormir, subiera al ático ya que ella le quería contar un cuento y darle un beso de las buenas noches.
IARA 6to grado

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